Querido Jaime:

 

No puedo expresar en unas líneas mis sentimientos, mi tristeza. Es imposible describir lo que era Jaime Lavandeira para todos nosotros, que ahora somos huérfanos. No puedo acostumbrarme a usar el pasado para hablar de ti. Te pido perdón porque te has ido sin habernos despedido, sin hacer ruido, como siempre fue tu vida. Te pido perdón por no haber ido a verte incluso en contra de tu voluntad, ya que no querías dar importancia a lo que estabas pasando, aun conociendo el fatal desenlace que inexorablemente tenía que llegar. Te pido perdón porque una vez más tu sencillez, tu humildad con señorío nos ha dado nuevamente una lección. Pocas veces he visto tanta gente en una despedida. Tantos centros de flores llegados de toda España. Un ejército de sillas de ruedas esperando en el cementerio tu llegada para rendirte un último homenaje. Un último adiós. 

 

Te doy las gracias por haberme dejado disfrutar de ti. Por haberte conocido. Por tenerte de amigo, por haberme enseñado a querer, a perdonar, a encontrar la felicidad sentado en mi silla. Te doy las gracias por los años dedicados a las personas con discapacidad de tu Galicia, que amabas tanto como a los tuyos. Nunca un reproche. Nunca una mirada triste. Nunca un enfado. Solo amistad de verdad, con el corazón. Te recordaremos como siempre regalando tu gallega sonrisa. Te recordaremos como el que inventó la lesión medular en Galicia, huyendo  del protagonismo. Huyendo de los reconocimientos, pero preocupado siempre de los nuevos lesionados. Te recordaremos sin lágrimas en los ojos por que ha sido tu último deseo, pero te recordaremos siempre porque es de ley. Porque eres de ley.

 

* (Jaime Díaz Lavandeira, presidente de Aspaym Galicia, fallecía el pasado día 9 de marzo de 2014).